domingo, 22 de noviembre de 2015

Todo comenzó en la guerra Rusa-Afgana.

Deberíamos recordar lo sucedido desde los años noventa hasta nuestros días para hacernos una idea de como ha ido evolucionando el radicalismos musulmán. Desde los gobiernos títeres afganos, controlados por el régimen soviético, que llevaron a una guerra civil en la que la antigua URSS invadió el país apoyando al gobierno establecido en contra de los insurgentes afganos. En este momento los occidentales con EEUU a la cabeza se encargaron de armar y apoyar a la guerrilla islámica, el resultado fue la derrota de la URSS y la subida al poder de los talibanes islámicos, la imposición de la sharía y la eliminación sistemática de todos los vestigios religiosos distintos a los musulmanes, recordemos la demolición de los grandes budas de las montañas afganas. A partir de ese radicalismo comenzó la lucha contra todo lo occidental, había que instaurar la religión islámica y lanzar la guerra santa.
Se produjeron numerosos atentados en distintas partes del mundo, especialmente contra intereses americanos, que culminaron con los atentados del 11 de septiembre contra las torres gemelas de Nueva York, y contra el Pentágono. La consecuencia fue la invasión de Afganistán por el ejercito de EEUU y sus aliados en busca del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. 
La invasión de Kuwait por el ejercito de Irak, anteriormente aliado de los EEUU, llevó a éstos a invadir al país árabe, la llamada guerra del golfo en la participo también España. La justificación fue la disponibilidad de armas de destrucción masiva por el régimen de Sadam Hussein, anterior aliado y pieza utilizada por los americanos en su lucha contra el gobierno islámico de Irán.
Posteriormente se produjeron los atentados de Madrid,11 de marzo de 2004 y los de Londres del 7 de julio del 2005, también con gran cantidad de muertes de ciudadanos corrientes. La nota característica de todos estas acciones terroristas ha sido que su objetivo ha sido la ciudadanía occidental, personas normales y corrientes que se encontraban en su trabajo o en el traslado hacia el mismo, todas sembraron de terror a los países donde se produjeron y a sus aliados.
El desmembramiento de Irak, las divisiones entre suníes y chiíes, llevaron a la guerra civil a este estado pos Sadam, y fueron el nido donde se desarrollaron los grupos radicales islámicos de Al Qaeda y posteriormente la creación del Califato de Isis, cuasi estado que ocupa territorios de Siria e Irak y que se encuentra en guerra permanente con los países que le rodean. Para animar más el cotarro simultáneamente se produjo la llamada primavera árabe en la que fueron derrocados los líderes totalitarios, la mayoría de ellos apoyados por los gobiernos occidentales. De esta primavera el único estado que parece haber logrado un cambio democrático ha sido Túnez, el resto se encuentra con gobiernos inestables y guerras entre facciones, caso de Libia y Siria, o con un nuevo oligarca como Egipto.
La lucha contra el llamado califato, así como contra los grupos y líderes radicales islamistas se ha basado fundamentalmente en la utilización de drones que han realizado auténticos asesinatos selectivos, pero en los que han muerto también ciudadanos inocentes utilizados en muchas ocasiones como escudos humanos por los líderes islamistas. 
Tampoco debemos olvidar la guerra sin final que mantiene el estado de Israel contra los palestinos, lucha que se ha extendido a países limítrofes como Egipto y Líbano. También hay que poner en este coctel la lucha entre Arabia Saudí y la República Islámica de Irán, que aunque no se produzca de forma directa, se pone de manifiesto en las luchas entre los radicales religiosos chiíes y suníes.
Hemos de decir además que esta lucha islámica contra todo lo que es occidental, o bien contra los cristianos, también se desarrolla en África y en Ásia,
Y en este mes de nuevo ha vuelto a Europa, con los atentados de París, primero contra la revista satírica Charlie Eto, y ahora con los ataques sincronizados a las terrazas y a la sala Bataclan de la capital gala. Así como el derribo del avión ruso sobre Egipto. No creo que estos hechos sean muy diferentes de los de Nueva York, Madrid y Londres, en todos las victimas son ciudadanos normales y corrientes, en todos se ha querido imponer el terror, llevar el miedo a las calles y a los habitantes de las ciudades occidentales, indicar que nadie está a salvo; aunque puede que haya sido la gota que desborde el vaso, Rusia, Francia, EEUU, Reino Unido, los países de la UE,.... se han dado cuenta de que el problema está ahí, de que la amenaza es real, y lo peor de todo que los ejecutores son jóvenes nacidos en europa, formados en sus escuelas y universidades, pero que han sido captados por los radicales islámicos, haciendo que vayan a Siria a luchar con las tropas del califato, a cometer atrocidades que después emiten por internet,.. 
La solución al problema no es únicamente bombardear de forma antes selectiva, ahora no tanto, las ciudades del califato, y la policial o la de las inteligencias de los países occidentales, habrá que abordar la publicidad de la red que convence a jóvenes de todo el mundo, habrá que analizar que lleva a chicos y chicas normales a enrolarse en las filas yihadistas. Pero en todo ésto habrá que cuidar que los derechos y libertades característicos de las sociedades occidentales no se vean limitados por normas oportunistas que confunden seguridad con menos libertad. Mucho queda por hacer. 

No hay comentarios:

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.