La semana comienza caliente, las posiciones se aclaran pero también se escoran, los que antes atacaban a las instituciones realizando veladas alusiones al manejo por el gobierno de la policía y acusaban al psoe de querer acabar con ellos utilizando al estado, ahora dicen defender al Tribunal Supremo en sus actuaciones contra el juez Garzón diciendo que no se pueden realizar manifestaciones de apoyo al magistrado ya que ello supone atacar al alto tribunal. Para colmo de males el Tribunal Constitucional sigue sin dictar sentencia acerca del estatuto catalán haciendo que el tripartito y los nacionalistas soliciten la sustitución definitiva de los miembros cuyos mandatos han finalizado, incidiendo en que su falta de decisión y en su situación.
El gobierno y el partido que lo sustenta parecen haberse repartido los papeles, así el primero velará por el respeto a las instituciones en todo momento y el segundo llevará la voz cantante en el tema de la defensa de Garzón y de la necesidad de salida a la sentencia del constitucional.
Todo ello ha contribuido a colocar en un segundo plano al tema principal de los últimos años, es decir a la crisis económica y al nefasto paro, eso que la situación griega parece no tener solución y la UE de la mano de la todo poderosa Alemania no quiere actuar con la rapidez que a nosotros nos interesaría para atajar los ataques a la zona euro. De esta manera las últimas decisiones del gobierno aprobadas por el parlamento parecen no haber tenido eco entre los españoles.
La proximidad de las elecciones catalanas también contribuye a los posicionamientos de los partidos, todos parecen seguir la consigna de fijar las posiciones que más electorado les puedan traer, así el PSC quiere liderar la cuestión del estatut y el PP quiere ser el defensor a ultranza de la unidad indisoluble de la nación española y de la Constitución, ésa que no votaron.
Y ante todos estos acontecimientos como siempre hay que actuar de forma pausada, pues ni estamos en una situación de riesgo para la democracia española, ni se está rompiendo el país, ni las instituciones están siendo atacadas,... lo único que sucede es que los españoles están ejerciendo de la manera más cívica el derecho a la libertad de expresión.
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