lunes, 15 de agosto de 2022

El poder siempre ayuda, el clientelismo es una realidad.

Hace unos días un periódico de tirada nacional presentaba un artículo que reflexionaba acerca de la influencia de tener amigos ricos, y especialmente durante la juventud. Y considero acertadas estas reflexiones, pues hace ya tiempo me di cuenta de que aquella parte de la sociedad que tiene algún tipo de poder, económico, político, judicial, policial y militar, suelen reunirse en distintos acontecimientos creando una élite de la que directa o indirectamente todos obtienen algún beneficio. Unos se conocen e inician negocios, otros se ayudan frente a algún litigio en el que están implicados,…. De estos entornos está ausente la mayor parte de la población, la ciudadanía en general, que nunca han sido invitados a estos eventos.

Cuando en estas citas ves departiendo a políticos con empresarios, a magistrados con políticos o con empresarios,… todas las combinaciones posibles y esto se repite varias veces al año, a uno le da por pensar. Si yo asistiera posiblemente podría encontrar un empleo para mi hijo que ha terminado la carrera con éxito y no tiene trabajo, porque hay mucha competencia o porque no tiene los avales necesarios. Las posibilidades de éxito se multiplican, las relaciones que se crean son importantes y beneficiosas especialmente para ellos. Un concejal que adelanta la intención de hacer urbanizable una zona de la ciudad, o una iniciativa pública de desarrollo económico,… 

Todo esto sucede en todos los ámbitos, los hijos de los ricos no tienen problema para encontrar trabajo en las empresas de sus padres,… tengo algunos conocidos que lo han hecho, sus hijos trabajan en la empresa de algún familiar, han terminado sus estudios, o sin estudios, y ya  tienen la vida casi solucionada. 

Mientras los demás han de competir ya sea en las empresas privadas o presentándose a unas oposiciones públicas. Pero es que incluso en estas últimas se dan oportunidades especiales a los que están cercanos al poder, sobre todo si se trata de un ayuntamiento de una población no muy grande. Donde resido el clientelismo del alcalde y de su partido es famoso, la policía local está plagada de hijos de amigos que no tenían donde ir, las oficinas consistoriales de personal laboral que ha entrado aprovechando favores,… luchar contra esta situación clientelar no es nada fácil, al final conlleva acudir a la justicia y lidiar en inferioridad de condiciones. Hace poco el gobierno creo unas becas para que el acceso a la carrera judicial no fuese un privilegio de aquellos que pueden permitirse estar varios años estudiando sin problemas, pero es que esto se puede trasladar a los registradores de la propiedad, a las notarias, a la medicina, a las oposiciones a la intervención del estado,….. al menos es un paso que da oportunidades; sin embargo, seguirá chocando con los apellidos.

Está claro que tener un entorno donde haya poseedores de poder ayuda a mejorar la vida y da muchas más oportunidades, o mejor dicho mantiene la posibilidad del clientelismo.


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