viernes, 5 de agosto de 2022

Crisis tras crisis, cada vez más pobres.

Bueno pues el verano aprieta, este año vamos de una ola de calor a otra y cada vez más intensa, lo que además de producirnos graves incomodidades y a parte de la población riesgos, nos lleva a una nueva crisis la del agua, con el comienzo de las restricciones en este nuestro mundo desarrollado acostumbrado a no padecerlas.

Todo se une en esta gran crisis, y su comienzo fue la pandemia del coronavirus, la que nos obligó a confinarnos y a cambiar nuestras formas de vida, la que sigue aunque ya disfrazada de "gripe". Pero si no teníamos bastante el zar ruso, Putin, no tiene otra idea que la de iniciar una guerra contra su vecina Ucrania, comportándose como aquellos emperadores a los que los bolcheviques quitaron de en medio, ya no es el comunismo de la URSS, es la soberbia y  la prepotencia de una potencia militar que no es capaz de dar un buen nivel de vida a sus ciudadanos y necesita manifestar su existencia en el mundo y dar a los suyos la idea de que la culpa la tiene occidente. Su previsto paseo militar no ha sido tal, pero su poder inmenso, su  gran arsenal militar les permite hacer una guerra de desgaste y destrucción en la que no importan las muertes y los daños que se provocan en la población, su guerra de arrasarlo todo: edificios, hospitales, escuelas,... puesta en práctica en sus anteriores conflictos de Chechenia y Siria es la que están poniendo sobre la mesa, con el añadido de amenazar con la utilización de armas nucleares en caso de agresión a su territorio o de la implicación directa de tropas no ucranianas. Esta guerra de desgaste, ante la que occidente ha respondido con sanciones económicas y con ayuda militar ha puesto de manifiesto el poder de Rusia, porque hemos de decir que la Europa central encabezada por Alemania estaba en sus manos, la dependencia del gas ruso ha hecho que la misma Europa esté subvencionando a Rusia en la guerra,  que el precio del gas se dispare y amenace a las economías europeas, con subidas impensables en los precios de la electricidad y de los combustibles, con la consiguiente elevación de los precios y de la inflación, que nos lleva a ser cada día más pobres, a comenzar las restricciones energéticas de cara al invierno, porque mientras no se encuentre la alternativa al gas ruso occidente está abocada a una nueva crisis. 

Pero señores es que Rusia está pasando sobre las sanciones, ha encontrado aliados que les compran el gas y demás materias primas que producen, encabezados por China e India, y seguidos por Brasil,... amén de otros países que necesitan las armas rusas, los ejércitos privados rusos, los cereales de Ucrania y de Rusia,.... para evitar una nueva pandemia, ésta de hambre. La guerra de Ucrania está permitiendo a Putin seguir en el poder como gran líder y dictador, defensor de la madre patria rusa, oprimiendo a todo opositor que se manifieste en contra, poniendo en mayúsculas la idea de la GRAN RUSIA, donde todos han de permanecer unidos ante la amenaza occidental.

En definitiva tendremos crisis para largo. Este verano es para la mayoría de los europeos el momento para intentar sobreponerse a la pandemia del Covid,  el momento de recuperar las alegrías, de olvidar las penalidades,... pero con la espada de la crisis sobre nuestras cabezas, con las restricciones encima de la mesa, condicionando nuestra vida, nuestra economía y nuestro modelo. Momento en el que todos y todas debemos aunar esfuerzos para afrontar la situación desde posiciones conciliadoras y solidarias, alejando esa política barriobajera que algunos llevan utilizando y siguen utilizando como forma para obtener el poder, y esos tienen nombre PP, VOX y Ciudadanos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El mundo cada vez es más complejo y las Interrelaciones mayores, lo que está pasando es la crisis continua que afecta principalmente a nuestros jóvenes que van enlazando crisis.

Anónimo dijo...

Es de locos, nunca una generación había enlazado tres crisis continuas. Los jóvenes se encuentran en una situación peor que la de sus padres, y en muchos casos son los progenitores los que soportan sus economías.

Proverbio castellano

Quien no oye consejo, no llega a viejo.