El gobierno muestra su falta de agilidad y entra en caída.

El gobierno de Sánchez ha entrado en espiral, de pronto y trás una gestión más o menos exitosa de la pandemia, primero el precio de la electricidad y después la guerra de Ucrania han creado un escenario en el que el ejecutivo se encuentra casi aislado. Por un lado el precio de la electricidad se ha desbocado a causa del inicio de la invasión rusa de Ucrania, la formación de los precios dependiente del gas ha sido como una espoleta que disparó el precio del kwh hasta los quinientos euros. El presidente inició una campaña entre los socios comunitarios con objeto de obtener adhesiones a la postura española, y antes del fin de semana veremos si ha conseguido algún éxito.

Todo ésto, en concreto esta iniciativa personal del presidente del gobierno, ha hecho que se pospongan todas las medidas para hacer frente al salto en el precio de los combustibles que nos hemos encontrado, siendo el mensaje del ejecutivo que se tomarán las decisiones el día 29 de marzo. Esta espera choca con las exigencias de distintos sectores de nuestra economía encabezada por los transportistas, pero seguida ya por los pescadores, los taxistas de algunas ciudades,.... que exigen que se tomen ya medidas para poder seguir trabajando. Ante todo lo que estamos viendo, camiones parados, dificultades de abastecimiento tanto a los mercados como a la industria,... la ministra de transportes se limita a decir que no recibirá a los convocantes de la huelga porque no son representantes ante el ministerio y porque en el fondo responden a la estrategia desestabilizadora de la extrema derecha,... incluso si esto último es verdad, cosa que no tengo clara, lo cierto es que el sector de transportes está en crisis, tiene un problema de rentabilidad enorme y la subida de los precios del gasoil no ha hecho nada más que acrecentarla, y si esto es cierto que debe hacer la ministra, pues está claro tomar medidas y si tiene que oir a los camioneros pues tendrá que hacerlo, lo que no puede es marear la perdiz y eso se traslada también a las ministras económicas del gobierno, Nadia Calviño y Mª Jesús Montero, señoras escuchen y no se cierren en banda, los ingresos del estado por impuestos suben al mismo tiempo que las gasolinas y significa que si el precio del combustible pasa de 1,00 a 2,00 € también se duplican los ingresos por impuestos, por tanto reducir el porcentaje de impuestos durante el tiempo que dura la subida indiscriminada de las gasolinas no significa que se ingrese menos, hagan los cálculos.

Y repito si los transportistas tienen razón, si los pescadores, agricultores y ganaderos están en la misma tesitura  mayor razón para no dilatar más la toma de decisiones, porque el gobierno, su presidente y sus ministros están para velar por las necesidades de los ciudadanos españoles y perdonen que se lo diga pero no lo están haciendo, o al menos no con la celeridad y diligencia debida en tiempos difíciles como los actuales. Y si no están a la altura, la puerta de la dimisión la tienen siempre abierta.

Nunca en toda la actual legislatura ha estado el gobierno con tanto en contra, pues no solo es la oposición la que le aprieta, sino que hasta los socios de legislatura están en contra de las formas y de las no actuación del ejecutivo. Y ojo, sin hacer referencia al cambio de posición en el conflicto del Sáhara, donde han actuado de forma unilateral, sin valorar la grave situación de suministro de gas en el que actualmente nos encontramos con dependencia de Argelia. Repito, para gobernar no solo se necesita voluntad, también hay que demostrar capacidad y preparación.