No se si la política se ha degenerado o si los que se llaman políticos no dan más de si y son unos auténticos zopencos. El caso es que pensaba que lo había visto y oído todo, y ahora me doy cuenta de que no es así. Si nos centramos en el parlamento hace ya tiempo que sus miembros no se escuchaban, cada uno iba a lo suyo, el gobierno buscando apoyos e intentando sacar adelante sus normas y la bancada de la oposición dedicada a decir no a todo y al insulto y el menosprecio.
Pero es que el otro día asistí, en diferido claro, a la
votación de la reforma laboral del gobierno, esta vez sin el apoyo de ER, PNV y
HB o como se llamen ahora, teniendo que recurrir a Ciudadanos y “acojonados”
porque lo tenían todo cogido con alfileres. Claro que nadie pensaba que aún hay
políticos, o politicuchos, que dicen una cosa y hacen otra, y parece que en
ciertos ambientes de la derecha no hay problema. Los diputados de UPN dieron
una lección de talante político cambiando su voto a última hora no haciendo
caso de su ejecutiva y permitiendo casi la victoria del NO que propugnaban PP y
VOX. Aunque el tiro le salió por la culata porque uno de los suyos se equivocó
en el voto telemático, impidiendo la derrota del gobierno. Efectivamente se
equivocó, no se sabe cómo, pero lo hizo y con ello permitió la aprobación de
una reforma que aunque no era de la satisfacción de todos si que beneficia a
gran cantidad de trabajadores/as, las posiciones maximalistas de ER y del PNV
casi logran una crisis de gobierno y el final de la legislatura. Lo que ha
venido después es algo demencial, lo que se han permitido decir los dirigentes
del PP sobrepasa en mucho la línea de la corrección y el respeto.
Para colmo llegan las elecciones de Castilla y León, con
sorpresas mayúsculas, pues lo que se preveía como una victoria abrumadora del
PP, razón por la que se adelantaron los comicios, se convirtió en victoria
pírrica, con VOX acelerando y exigiendo formar parte del gobierno si quieren su
apoyo, lo que supone la convivencia de la extrema derecha de los populares,
veremos lo que pasa. Estas elecciones a su vez han puesto de manifiesto cómo se
encuentran los apoyos del Psoe y de Podemos, el primero ha perdido su posición
dominante con siete procuradores menos y el segundo casi desaparece, como
Ciudadanos. Por el contrario, no solo la extrema derecha ha subido
exponencialmente, sino que han aparecido los partidos localistas de la España
vaciada, Soria, León y Ávila, en total siete escaños, ¿acaso vamos a volver a
los reinos de taifas?. Su nacimiento se veía venir, los problemas de estas
provincias son acuciantes, sus economías no permiten que sus habitantes se
mantengan en sus poblaciones y el éxodo a las ciudades no para, un gran
problema para el país que no creo que se resuelva con los localismos pero que
es una llamada de atención hacía los partidos nacionales que se han olvidado de
ellos. Ante todo esto, hemos visto de nuevo a Casado dando bandazos, desde
posiciones muy cercanas a Vox, hasta ahora declaraciones en las que se desmarca
por completo de ellos.
Creo que Pablo Casado es un fraude para la derecha española,
alguien que no es capaz de separar el sentido de estado, los intereses de
ESPAÑA en mayúsculas, de la política de partido, de la lucha a muerte por el
poder bajo el lema de “todo vale si con ello echamos al gobierno de Sanchez”,
no le importa ir a Europa para despotricar
del gobierno y de su país si con ello piensa que obtendrá réditos. Señores del
PP, miren lo que tienen en la presidencia, evalúen si merece la pena mantener
como líder a alguien sin preparación, sin experiencia, pero que además tiene
una ambición desmedida. Hay mucha gente de valía en el PP, y la verdad no
entiendo como este politicucho y los voceros que le acompañan han logrado copar
el poder.
5 comentarios:
El ambiente político está enredado, al ascenso de la extrema derecha se une la falta de sentido político. A veces parece más una pelea de navajeros que una lucha dialéctica basada en propuestas y discrepancias objetivas y motivadas. Y lo peor es que son los jóvenes políticos los que así lo hacen. Siempre he pensado que para ser diputado, miembro del gobierno, o dirigente de un partido hay que tener una experiencia contrastada, eso no supone delegar a los jóvenes, pero las prisas son malas consejeras y una de las cosas que deben aprender los bisoños políticos es tener paciencia.
Saludos
Lo que le faltaba a Casado en su lucha con Ayuso, investigación interna de Génova para determinar si hubo actuaciones ilícitas en un contrato a una empresa próxima al hermano de la presidenta madrileña, algo que ya salió en la Asamblea de Madrid. La lucha interna en el seno del PP no cesa, ¿Casado en la picota?.
Yo es que me meo de la risa con estos jóvenes politicuchos, sin experiencia y sin formación suficiente han llegado a la cúspide de sus partidos y no saben lidiar con los problemas. Ahora guerra total entre Casado, presidente sin nada que aportar, y Ayuso presidenta de Madrid y estrella del electorado popular.
Mi apuesta es que Pablo Casado va a caer.
En esta lucha política hay que aplicar el refrán "a rio revuelto ganancia de pescadores", y aquí tiene Ciudadanos alguna oportunidad, por ejemplo moción de censura en el Ayto de Madrid.
Pues se nos habían olvidado a las jóvenes ministras del gobierno, Belarra y Montero, ambas nacidas en el seno del partido y elevadas por Pablo Iglesias. Experiencia ninguna, eso sí dogmáticas a más no poder, lo suyo ha llegado a la cima cuando se oponen al envío de armas a Ucrania y hablan de potenciar la diplomacia de precisión, ¿qué será eso?. No se si es que no han visto las imágenes de la invasión de Ucrania y los destrozos que el ejército ruso está haciendo en las ciudades y en la ciudadanía ucraniana.
No acabo de entender cómo se pueden tener ministros con esa gran experiencia
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