El gobierno de Sánchez cose heridas.

Un gobierno minoritario creado como consecuencia de una sentencia contra la corrupción que apunta directamente al PP, comienza a coser todos los rotos que el anterior presidente Rajoy y su gobierno dejaron abrirse, el primero sin duda es la causa catalana, la separación abismal entre posturas, la necesidad de un puente que lime las diferencias y escucharse sin condiciones es algo necesario si se quiere coser este gran desgarro. Ayer el president acudió a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo y estuvo en la tribuna junto al rey y al presidente Sánchez, un gesto en la buena dirección.

La semana ha visto llegar a los refugiados migrantes rechazados por el gobierno "fascista" italiano al puerto de Valencia, un gesto que ha tenido eco en todo el mundo y que ha servido no solo para poner sobre la mesa que existe un gran problema y que el rechazo o la limitación a la entrada de migrantes no es nada más que un parche, hay que atacar el problema en su origen. Esta decisión de nuestro gobierno ha servido además para darlo a conocer en el mundo, pasando del discreto segundo plano de Rajoy a estar en la zona de cabeza.

Otra decisión importante del gobierno, que no sabemos si se podrá materializar, es la eliminación de los peajes de autopistas cuando finalizan las concesiones, lo que ayudará a disminuir gastos no solo a los ciudadanos que se desplazan sino al transporte de mercancías tan importante en nuestro país.

Otra decisión ha sido el cese de la cúpula de RTVE, algo que no solo piden a gritos los trabajares de esa casa, sino el resto de los españoles que habíamos dejado de ver esta cadena hartos de su sesgo parcial en favor del gobierno del PP y de las posiciones conservadoras.

Y aún queda mucho que hacer aunque con los pies en el suelo, ya que el recorrido de este ejecutivo está limitado por su situación de minoría en el Congreso, pero si se llegó a un pacto en la moción de censura, porque no alcanzarlo en cuestiones fundamentales que además lo exigen con objeto de poder perpetuarse en el tiempo.