Hace poco leía en el periódico La Vanguardia un artículo acerca de Putín y Rusia, se titula ‘La revolución de Putin.contra Occidente’, [periódico La Vanguardia]. De él quiero subrayar estos párrafos porque en mi opinión explican el porqué de la actuación del gigante ruso:
“...A principios de la década de 1990, los reformistas rusos consideraron que el país sólo sería competitivo integrándose en la economía mundial y alejándose de la confrontación con Occidente. Los últimos 20 años de gobierno de Putin se han caracterizado por dos patrones muy diferentes y paralelos: el desmantelamiento gradual de la democracia y las libertades dentro de Rusia; y una campaña cada vez más intensa para deslegitimar Occidente, sus valores democráticos y las instituciones que los defienden.
Dentro de Rusia, los resultados han sido una mayor represión contra el pueblo ruso, un mayor poder para los servicios de seguridad, una mayor riqueza para los dirigentes empresariales relacionados con el Kremlin y una mayor inversión en las fuerzas armadas.
Fuera de Rusia, Putin ha presionado cada vez más al orden mundial dirigido por Estados Unidos; ha intentado socavar las normas, los principios y las reglas de las instituciones occidentales; ha organizado la oposición regional y mundial a Occidente; y ha llevado a cabo acciones militares en Georgia, Ucrania y Siria.
Putin afirma ahora que el sistema occidental supone una amenaza existencial para la soberanía de Rusia y los valores que ésta debe defender. Habla de dos visiones del futuro muy contrastadas: o bien el sistema occidental sigue existiendo y Rusia es derrotada estratégicamente; o bien el sistema occidental es sustituido, y Rusia sigue existiendo. Está convencido de que el país ha llegado a una encrucijada histórica en su desarrollo posoviético y de que para las aspiraciones de Rusia en tanto que gran potencia resulta fundamental desmantelar el orden mundial existente y construir uno nuevo.
Su visión de la seguridad supone una Europa sin OTAN y sin organizaciones que defiendan los principios fundamentales de la libertad, la democracia y el Estado de derecho. Semejante visión también supone la cooperación rusa con otros países para frenar el poder estadounidense en las regiones ártica, euroatlántica e indopacífica.”
A la vista de lo anterior yo me pregunto: ¿Y frente a todo esto que pasa con Europa?, ¿cuenta Europa?. Nuestro viejo continente ha dominado el mundo durante siglos, siempre por medio de alguna de sus potencias: Reino Unido, Francia, España…. Sin embargo, las luchas internas han mermado su poder durante el siglo XX, las dos guerras mundiales en las que Alemania ha intentado dominar el espacio europeo han terminado con unas fronteras, en algunos casos aún en disputa, y con la consolidación de algunas potencias mundiales, Francia, Reino Unido y en lo económico Alemania. La creación de la UE como un espacio sin fronteras en lo económico y en lo laboral, que facilita el desarrollo y un mercado más amplio, no ha ido acompañada de una política exterior de gran potencia, los países siguen siendo recelosos a ceder más poder a la UE, en lo militar cada estado es independiente, a pesar de estar inmersos en la OTAN, y en las decisiones de política exterior no hay un acuerdo total en muchos de las cuestiones candentes: Ucrania, Gaza, África,… En estos temas hay posturas encontradas, incluso en el caso de Ucrania vemos como Hungría, Eslovaquia y partidos de la extrema derecha de distintos países son pro-rusos. En el caso del ataque indiscriminado de Israel en Gaza parece que Europa no pinta nada, son los EEUU los que con su apoyo incondicional a los hebreos deciden el discurrir de este conflicto.
Rusia sabe cual es la situación europea, y pone todo su esfuerzo en dividir a los distintos países. Se inmiscuye en las políticas internas de diversas maneras: haciendo valer sus recursos minerales, petróleo y gas, ofreciéndolos a buen precio a sus afines y, de una forma más soterrada influyendo en la opinión de los ciudadanos cuando se está en periodo electoral, utilizando bulos o 'fakes' que favorecen a los partidos afines a Rusia, normalmente formaciones de extrema derecha que se han convertido en sus aliados.
Europa necesita tener una capacidad de disuasión propia, no puede depender del amigo americano, más cuando es probable que el derechista Trump vuelva a la presidencia. Esto supondrá un giro radical en la política exterior americana con un acercamiento a Rusia, también significará un menor apoyo a Europa. Si en el seno de la UE no surge un grupo de países coordinados que tengan claro la necesidad de crear un poder europeo, no solo económico sino también militar, con una política exterior clara, nos veremos abocados a ser meros espectadores de lo que sucede en el mundo incluidas nuestras fronteras.
1 comentario:
La asamblea del 75 aniversario de la OTAN en EEUU parece haber sido una llamada a la unanimidad de acción frente a Rusia en la guerra con Ucrania, añadiendo un nuevo enemigo manifiesto China a la que se acusa de ayudar y sufragar a Rusia en su invasión del estado europeo del mar Negro. No se si se trata del último acto de Biden ante el temor generalizado de que el nuevo presidente sea de nuevo Donald Trump, quien ha declarado que pondría fin al conflicto en 24 horas ¿?.
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